por Vito Amalfitano
Se habló mucho en la semana, a propósito de la Selección, del “ganar como sea”. Eso no existe en fútbol. Nadie podrá explicar nunca como es “ganar como sea”. No es una fórmula.
A veces se puede conseguir el resultado favorable sin jugar bien, e incluso siendo superado por el rival, como ocurrió con la Selección Argentina el jueves, pero eso no es lo lógico ni lo habitual.
Más veces se puede jugar mal pero mejor aun que el oponente.
En otras circunstancias podés no tener ni una idea, pero rescatar un punto contra otro equipo nada iluminado.
Y en un porcentaje mayor se registran los triunfos de los que juegan bien y mejor que el contrincante.
En cualquiera de estas ecuaciones, sin embargo, los resultados se pueden explicar.
Por ejemplo, la Selección fue dominada por Chile en gran parte del partido en el Monumental. Pero el árbitro vio un penal. Y un par de jugadores argentinos, Messi y Mascherano, también en un par de oportunidades, tuvieron la clarividencia de ver que el pelotazo cruzado hacia Di María era una posibilidad de tomar un atajo y sortear la presión de los volantes y defensores chilenos. Y en una de esas situaciones se produjo el encuentro entre Fuenzalida y Di María que el juez Ricci vio penal.
Y anoche Aldosivi no tuvo un buen rendimiento, se desnudó una alarmante falta de ideas y fue natural que no pudiera superar en el juego a un Arsenal muy limitado.
Aldosivi fue un equipo vertiginoso y cada vez que recuperó la pelota la perdió aun más rápido que el rival.
Sin embargo, también en este caso el resultado a favor se puede explicar.
Primero, porque uno de los tantos centros de un partido ordinario fue tan bien ejecutado por Quilez que se transformó en un pase a la cabeza de Galván, quien resolvió con suficiencia y determinación.
Y después, en el segundo tiempo, cuando Aldosivi fue más frontal y ciego, y estuvo al borde de la derrota tras el gol de Wilchez, por una arremetida de Sosa Otermín con pase de Lugûercio para la victoria.
En consecuencia, en la escasa profundidad de Arsenal, en la cabeza de Galván y el buen centro de Quilez y en la arremetida de Sosa se encuentran los argumentos para el triunfo. Pero eso no fue “ganar como sea”. Aunque tampoco signifique que se ganó bien.
De todos modos, Aldosivi volvió a sumar todo de local. La tranquilidad se la dan los resultados, pero nunca el equipo pareció sereno en la cancha.